domingo, 30 de octubre de 2011

Entramos en el futuro retrocediendo

Miramos el presente en un espejo retrovisor. Entramos en el futuro retrocediendo (M. McLuhan) ¿De dónde procede ese permanente miedo al paso del tiempo? Corremos siempre en dirección contraria a las agujas del reloj, pisoteando frenéticamente las horas y sus minutos. Nos creemos capaces de atrapar los segundos en una red que nosotros mismo tejemos, pero lo cierto es que no tenemos ningún poder, hemos perdido el control. Somos simples marionetas de los días, los meses y los años.
Deberíamos retroceder para entender que el tiempo no es más que un instrumento, hecho a la medida de nuestros propios intereses, como sucede con todo lo que nuestras manos producen, y darnos cuenta de que aquéllo a lo que tenemos miedo, nosotros le hemos dado forma y vida.