lunes, 24 de febrero de 2014

Amor platónico

Si se tratase del físico, sin duda alguna el lumbreras que le dio nombre a este bello sentimiento habría cambiado al filósofo griego por algún ser con mayor atractivo, como por ejemplo amor "georgeclooniano", sin ánimo de ofender al señor de la caverna. Aunque el mío es mucho menos comercial, representa más fielmente los principios del amor a primera vista, del flechazo, basado en la atracción física pero, ¿desde cuándo el concepto original del amor platónico se ha basado en la apariencia, en la cubierta, en la primera capa de la cebolla? 

El amor platónico le debe su nombre al filósofo ni más ni menos que por su transcendental teoría de las ideas, en la cual no es necesario profundizar para entender este hermoso y confuso sentimiento abstracto. Complejo y difícil como el arte expuesto en ARCO, este particular amor es espiritual, idílico y onírico. Es la admiración de una persona que a nuestros ojos es más valiente que el Cid Campeador, listo y, sobre todo, inalcanzable. Un aura de pureza y romanticismo les rodea y separa horas luz de nosotros y sólo nos los acerca en nuestras ensoñaciones. 

La teoría, como casi siempre, es fácil, sencilla y, en mayor o menor grado, comprensible. No obstante, en el arduo y polvoriento terreno de la práctica, ¿qué sucede cuando el escritor de x libro, el profesor de gimnasia o el cantante de rock descienden del mundo de las ideas platónico y se desean, se comparten, se consumen? ¿Se pervierte el amor platónico, perdiéndose la gracia, la inocencia, el cosquilleo involuntario, a la deriva de un pecado carnal y sediento? ¿Se pierde la admiración por nuestro Platón o nuestro Clooney una vez que lo hemos conquistado?

Amor. What else?

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Gracias por comentar. Siéntete libre de expresar lo que sientas, a fin de que pueda mejorar el contenido que publico en la web. ¿Quieres continuar una historia? Adelante, mi blog es tu blog.