Durante una crisis existencial, profesional y/o personal, algunos acuden al abrigo de familiares y amigos, a los consejos de Yahoo o incluso a ayuda profesional y cualificada si el trauma se resiste al paso del tiempo y de los chupitos. Yo, en cambio, me corto el pelo.
En consecuencia, la historia de mi vida pelo es corta, pero intensa. A veces incluso cíclica como dicen los expertos en moda, y últimamente extremadamente rentable. Y es que recibir dinero a cambio de un nuevo corte y tinte es la mejor forma de llenar el suelo de mechones llorosos. Los echaré de menos, tal vez. Hoy no, aunque quizá mañana me despierte llorando, como alguna de las modelos que, ante la atónita mirada de los peluqueros, han abandonado el escenario hechas un mar de lágrimas por no haber podido darle la extremaunción a sus cabellos.
Al final, casi cambio más de peinado que de bragas. Llegaría a tal extremo si mi pelo creciese a suficiente velocidad, y eso que no me puedo quejar, para chasco de todos aquellos (y cuando digo todos, es literalmente todos) que dicen que estoy muchísimo más guapa con el pelo corto que largo. Pues ahora toca estar guapa de nuevo.
Estarías guapa hasta calva, me alegra pasarme de nuevo por tu blog, un besito ^^
ResponderEliminarjajajajaj gracuas guapa. Un placer tenerte por aquí! Un esoo!
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